La economía como ciencia social, supone el conocimiento
cuantificable y verificable de la administración de los recursos disponibles
para satisfacer las necesidades humanas, al menos eso dice la teoría. Pero
desde hace algunas décadas la economía ha sido sustraída de su universo y se le
ha supeditado a factores e intereses extra económicos, dando como resultado que
lo que en principio fue una herramienta emancipadora del ser humano en la
búsqueda de la "satisfacción de necesidades" básicas para la vida, se
ha transformado en un arma para la dominación de sociedades a los dictámenes de
los centros de poder del sistema capitalista.
El planeta ha sido testigo de la evolución y reproducción metabólica
del capital. Un sistema que sustenta su infraestructura económica en la
explotación, debe poseer una "ciencia" que lo justifique, esto sería
como para "cuidar las apariencias".
Comencemos por la “prima donna” de las mercancías en el capitalismo:
el dinero. Específicamente el dólar. Posterior a la Segunda Guerra mundial se
firman los acuerdos de Bretón Woods (EEUU) para reglamentar el funcionamiento
de la economía mundial. En lo referente al sistema monetario se estableció que
el dólar iba a ser la moneda de referencia para las restantes divisas, mientras
que cada onza de oro se fijaba en un valor de 35 dólares. De este modo, los
Bancos Centrales podían cambiar oro por dólares y viceversa a través de la
Reserva Federal, pero en 1971 el inefable Richard Nixon, en su condición de President
of the USA decide que es momento de abandonar tal prebenda debido a la gran
cantidad de USDollars que inundaron el sistema económico mundial y que vaciaron
las reservas de oro debido al proceso especulativo.
Esto quería decir que el dólar dejaba de estar respaldado
por una condición material y su valor quedaba sujeto a la "autoridad del
emisor", es decir la Reserva Federal, aquí la a "autoridad" no
responde a ningún criterio moral o ético como desde la antigüedad presuponía el
concepto de "auctoritas". Esta concepción se basa en el poder
político militar y está sujeto a condicionantes de grupos de interés internos
en los EEUU. No por ello cuando la autoridad tradicional estadounidense se ve
afectada deja de tener impacto en el sistema económico global. Recordemos la
épica historia entre Bill Clinton y Mónica Lewinsky y su impresionante
proyección en los índices bursátiles mundiales.
Debido a esta "autoridad" la clásica división
teórica de dinero orgánico/inorgánico solo aplica a naciones económicamente
dominadas (según la moralidad especifica de la Reserva Federal), es por ello
que fue particularmente difícil la emisión de millones de dólares (inorgánicos)
para reflotar los paraísos fiscales evitando su banca rota durante la crisis
capitalista del 2008.
En el caso específico de Venezuela, observemos la inflación
convertida por arte de magia en hiperinflación. ¿Obedece este comportamiento a
factores exclusivamente económicos? ¿Se comporta nuestra economía como para
influir en los precios de las mercancías de tal manera? ¿Refleja el precio del dólar
nuestra realidad económica? A estas interrogantes la respuesta es un rotundo y
real no. Todos estos fenómenos son inducidos por factores extra económicos que
obedecen a una (in)moralidad política como la que encubrió la felonía
Clintoniana. Se le aplica a Venezuela estos "shocks económicos" para
quebrarla políticamente y han echado mano de la economía para tal fin. No es
que antes no lo hayan hecho en el pasado en otros lugares, no. La cuestión es
el nivel de descaro del presente y la utilización de elementos económicos para
tal inocuo fin.