“Tenemos que
profundizar en la batalla ideológica contra el capitalismo destructivo. Sólo el
socialismo salvará a este planeta, sólo el socialismo salvará a la especie
humana” Hugo Chávez.
Michael Wolff, en su libro Fire and Fury: Inside the Trump
White House, definía a Trump como «un presidente emocionalmente
errático».
En su libro, Wolff cuestiona la estabilidad mental de Trump
y lo define como un mandatario aberrante, no solo desconectado de las tareas de
gobierno, sino casi analfabeto. Reúne devastadoras valoraciones oficiales de
supuestos aliados de un presidente infantil.
Con la suspensión de financiamiento de Trump a la
Organización Mundial de la Salud (OMS), el magnate de la Casa Blanca pretende
distraer su propio fracaso para hacer frente a la epidemia de coronavirus: tras
negar el peligro desde febrero hasta mediados de marzo, Trump estaría ahora
buscando culpar nuevamente a China. “Este no es un paso lógico del presidente.
Es un acto de autodestrucción", dijo a DW el ex primer ministro británico
Gordon Brown.
El mismo Bill Gates, uno de los mayores donantes privados de
la OMS expresó que "dejar de financiar a la OMS durante una crisis de
salud mundial es tan peligroso como parece. Si ese trabajo se detiene, ninguna
otra organización puede reemplazarlos. El mundo necesita a la OMS más que
nunca"
En enero de este año, cuando ya China alertaba al mundo la
necesidad de la cuarentena, personajes como Boris Johnson, Bolsonaro y el mismo
Trump se burlaban del virus, priorizaron su canibalismo económico por encima de
la salud de sus pueblos.
Ninguna de estas acciones son aisladas. Hasta parte de la élite
mundial se ha visto arropada por lo que parece ser una nueva era del
capitalismo salvaje.
Citando a Toni Negri y Michael Hardt, si las masas no se
organizan a contribuir a la recuperación, a la reforma, o más exactamente, a la
reinvención de la izquierda definiendo una forma de organización y un proyecto
político, si los movimientos de izquierda no redireccionan estas acciones salvajistas
e inhumanas en medio de pandemias, pudiera levantarse un nuevo orden mundial sobre
los cimientos de las fases más extremistas del capitalismo en la historia de la
humidad. Las tesis neoliberales quedarían en pañales delante de lo que vendría.
El todos contra todos: Cuando se le solicita el Fondo
Monetario Internacional un crédito en medio de una crisis sanitaria mundial y
lo niegan por razones ideológicas, cuando vemos como bloquean barcos que
enviaban ayudas médicas a Cuba y Venezuela para combatir el coronavirus, cuando
vemos al Presidente de un país robar insumos médicos, incluso a sus principales
aliados como Canadá y ordenando a empresas no exportar mascarillas a países del
mundo. Cuando se paga el doble del costo para desviar insumos médicos que
tenían como destino países gravemente afectados por el coronavirus, tenemos en
nuestras puertas los más vivos ejemplos de canibalismo político.
El capital y
el egoísmo por encima de la humanidad, la política por encima de la vida y no
la política para preservarla.
Si no hacemos algo por la humanidad en estos momentos, estaremos
presenciando en los próximos 100 años la extinción de la misma.